Teotlalco, Pue., (Notimex).- Pobladores del ejido de Contla-San Miguel en este municipio, utilizan plantas medicinales que se encuentran en la zona para curar enfermedades, por lo que procuran que el paisaje no se altere, conservar sus prácticas y recursos, entre los que se encuentran algunas pinturas rupestres.

En entrevista con Notimex, el ejidatario Néstor Rodríguez Ortiz señaló que casi todas las plantas tienen una propiedad curativa, sin embargo, en esta región sólo 10 por ciento de las especies se aprovechan como remedio para dolencias físicas.

“La semilla de la planta del coco o chupandilla, el huesito es como una sardina, se quiebra para ponerla a hervir, y se toma como agua de tiempo, esto ayuda a quitar las piedras de los riñones”, indicó.

Rodríguez Ortiz narró que las enfermedades en los riñones son tratadas con plantas como el palo Brasil que se utiliza para las infecciones en las vías urinarias.

El caso de la planta paraca es empleada en los recién nacidos y tiene como fin recubrir el estómago para que no les haga daño nada de lo que coman; la forma de usarlo es hervirlo en un poco en agua y se le va dando de a poco a los menores.

Este ejido en la Mixteca poblana, forma parte de una Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMA) que cuenta con mil 500 hectáreas y donde se realizan actividades de caza legal de venado cola blanca.

El ejidatario señaló que la diversidad de plantas y árboles forman parte del atractivo para los visitantes de la UMA.

Explicó que en el recorrido por el ejido se pueden apreciar en una formación rocosa lo que parecen ser unas pinturas rupestres, no obstante éstas no han sido analizadas por especialistas, debido al temor de los pobladores de que declaren el espacio como propiedad de la nación y les reduzcan sus propiedades.

Indicó que están preocupados de que deshagan el camino que construyeron para hacerlas parte del atractivo del sitio.

Refirió que en los grabados se aprecia lo que representaría a una tribu o familia de nómadas.

“Los nómadas al parecer estuvieron en esta zona, debido a la presencia de pintura rupestres en esta zona de la entidad”, destacó.

Al parecer fue gente que estuvo recorriendo la zona, en donde seguramente también llevaban a cabo cacerías, expuso.

Refirió que debajo de la zona hay agua, de ahí que se entiende que tomaban el líquido para subsistir, por lo tanto, en dicho lugar vivían y cazaban para comer.

Manifestó que en la etapa de la Revolución, las personas que llegaban a refugiarse en la zona ya tenían conocimiento de dichas pinturas.